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El mundo animal...

El mundo animal... El fin de semana estuve leyendo unas revistas que no había revisado y encontré este reportaje que lo consideré demasiado simpático y es para algunas personas que quiero mucho y que andan por Ahí.  Mona Mono  Los funcionarios del zoológico estuvieron de acuerdo: los mono CAI negro que había traído recién el Servicio Agrícola Ganadero  (SAG) eran una pareja enamorada. Un macho y una hembra que, como en toda relación juvenil, se apareaban tupido y parejo. Pero ese 22 de abril de 1999 el Doctor Víctor Riveros, al hacerles una revisión medica descubrió la verdad: la “Hembra” era un macho que había sido castrado y el otro, supuestamente bien machito para sus cosas, no-tenia problemas con esta salida de closet. Los monos cai negro eran tan gays como sus antiguos dueños. 

Por reclamo de los vecinos, el SAG se los había encuatado a una pareja de homosexuales que tenia a los monos sueltos en su departamento. Los tipos se derrumbaron cuando el organismo se los quito y fueron durante un buen tiempo a llorar la perdida de sus mascotas a su nuevo hogar del cerro. Pero nunca dijeron como habían adquirido a los monos, de donde venían ni por que uno de ellos estaba operado. Lo más probable s que los monos sean originarios de Brasil o Ecuador porque su habitad natural son las selvas sudamericanas. Así lo cree el doctor Riveros y explica por que dos machos pueden cubrir sus necesidades amatorias entre ellos: “cuando un macho esta capado, deja de producir hormonas masculinas y adopta características femeninas. Un león castrado, por ejemplo, pierde la melena y ruge menos. Pero el homo-sexualismo en animales no es como el de los seres humanos, sino es para demostrar dominancia y jerarquía. No es que  a un macho le “guste”otro, sino que lo monta para decirle que es superior a el”, dice. De hecho, el mono cai “hembra” es físicamente distinto a su compañero. Su cabeza es más pequeña y su contextura, más delgada. Por eso, sus exóticas costumbres pasan desapercibidas delante del publico. Pero no entre los trabajadores del zoológico. Menos con Manuel Levio, el ayudante del cuidador José Silva, de quien el mono-mona esta profundamente enamorado. Apenas lo ve, le hace gracias, le chilla y le pone su panza contra la reja para que él lo acaricie. Manuel y José se ríen.  Ya saben con que monadas están tratando: ellos fueron los que se dieron cuenta de que a los monos no solo se les quedaba la patita atrás, sino que, además, son amigos de lo ajeno. Porque lo cai son lazas profesionales. Roban cuanto objeto pueden arrebatarle al público que va a  verlos. Su cuidador José Silva, ha encontrado de todo en la jaula: celulares, monederos, cámaras fotográficas y hasta cuchillos con los que la gente ensarta la fruta para darles. Los monos hurtan por diversión: juegan con las especies robadas, pero cuando son descubiertos por José, hacen un mea culpa. Aplican un arriba las manos y dejan caer lo que tengan entre las patas, generalmente destrozando las pertenencias contra el suelo. Entonces vuelven a sus quehaceres íntimos. El zoológico de santiago es un recinto donde todos los animales, con sus distintas opciones, tienen cabida.

 

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